Áreas de trabajo fundamentales

En el ámbito de la acción humanitaria, existen buenas prácticas establecidas para garantizar que los programas se adapten al contexto, respondan a las diferencias culturales y sean eficaces y eficientes. Gran parte de ello está relacionado con el proceso que toman las partes interesadas para determinar la programación más efectiva y receptiva, construir relaciones y trabajar de manera coordinada con otros para apoyar a las familias, escuelas/entornos de aprendizaje y comunidades. Esas prácticas y programas evolucionan a medida que cambian el contexto y las necesidades de las comunidades a lo largo de la respuesta.

La protección de las poblaciones afectadas y la provisión de servicios básicos son responsabilidades del gobierno de un país. Los clústeres y los mecanismos de coordinación de educación y protección deben considerar cómo sus actividades fortalecen y apoyan las capacidades de respuesta inmediata y de largo plazo del gobierno.